UN PROPÓSITO MÁS ALTO

  ¿Qué tal chicas? Me encanta que nos volvamos a encontrar por este medio, sobre todo porque hoy voy a hablar de uno de los temas que me apa...

 


¿Qué tal chicas? Me encanta que nos volvamos a encontrar por este medio, sobre todo porque hoy voy a hablar de uno de los temas que me apasiona.  Hace algunos días atrás celebre mi onomástico. Mi cumpleaños es de esos días que disfruto mucho, y no digo solo por los regalos o por lo especial de poder conectarme con muchas personas especiales para mí, a las que quiero mucho y de las que he aprendido y sigo aprendiendo. Sino porque es un tiempo especial, donde aprovecho en conectarme con mi propósito y con todo lo que Dios tiene en mi vida.

 Ya desde algunos años a tras ha sido una práctica muy valiosa, tomar un tiempo en esa fecha para poder tener este espacio especial para encontrarme conmigo y con el que me creó.

Este tiempo, cada vez me ha ayudado a encontrarme conmigo misma, fuera de los roles y las responsabilidades que pueda tener, pensar en quien soy y para que estoy aquí. Y la verdad, creo que es uno de los espacios que añade más valor a mi vida.

Cada vez que pienso en mi propósito, sobre todo en estos tiempos de Navidad, donde muchos de nosotros estamos pensando en comprar un presente para alguien especial, me pregunto ¿Como mi vida puede ser un presente, puede ser relevante y de bendición para la vida de otros? Es allí donde me hago algunas preguntas importantes que hoy quiero que puedas hacerte a ti misma.

 Así tengas claro tu propósito personal o no, siempre es bueno tomar un tiempo para refrescar nuestras raíces y fundamentos. Solo te recomiendo que cuando te las hagas tomes un tiempo especial y las respondas desde la honestidad y la humildad. Aquí te las dejo:

  1. ¿Quién soy yo? Aquí evita esconderte en tus roles o funciones que haces. Solo responde quién eres. Recuerda como eras de niña, qué es lo que te alegra la vida.
  2. ¿Qué es lo enciende tu corazón? ¿Qué es lo que te apasiona? Lo que enciente tu vida de alegría y pasión
  3. ¿Dónde siente que fluyes con facilidad? ¿Haciendo qué? ¿En qué contextos?
  4. ¿Qué te diferencia de las personas? ¿Cuál es tu marca personal?
  5. ¿Cuáles son tu sueños y anhelos? ¿Cómo te ves? ¿Haciendo qué? ¿Con qué personas? ¿En qué lugar?

Estas preguntas son poderosísimas y estoy segura que si te las haces desde el corazón, te revelaran muchas cosas que probablemente hoy ignoras. Cada vez me convenzo que ninguna de nosotras estamos aquí, en este mundo por casualidad o por algún error, sino que fuimos creadas con un propósito. Dios nos diseñó de una manera tan especial y única y nos equipó con capacidades increíbles y eso es el motivo de vivir, no solo para existir sino vivir con un llamado único, usando todas las habilidades al servicio de Él y de nuestro prójimo.

Que al descubrir nuestro propósito nos motive a ser relevantes y diferentes en lo que hacemos y seamos un regalo de bendición para las personas que servimos.

Ya prontos a celebrar la Navidad, aprovechemos en recordar el regalo más valioso de amor incondicional que es nuestro Señor Jesús y que en cada uno de nuestros hogares reine la paz, el amor y el gozo. Recordando en todo al Emmanuel, “Dios con nosotros”.

¡Todo mi cariño y muchas bendiciones en esta Navidad!

 


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